El retrato de Marie Claude Estrade, profesora de yoga
Déjame presentarme, mi nombre es Marie y soy profesora de yoga. Imparto cursos en tres asociaciones de mi región fuera de mi actividad profesional.
Realicé dos cursos de formación de yoga de 200 horas cada uno, el primero de Hatha Yoga en julio de 2019 durante 23 días consecutivos y luego con el fin de profundizar y enriquecer mis conocimientos continué con la formación a distancia durante la pandemia, de abril a diciembre de 2020, que me ofreció la oportunidad de descubrir Kripalu yoga, un yoga compasivo y solidario.
En perfecta sincronía, fue en ese momento que pude poner palabra a mis problemas al descubrir que era una persona hipersensible, es decir que tengo una sensibilidad más fuerte que la media.
Hoy, en mi recorrido como simple yoguini, quisiera dar testimonio en un retrato porque creo que algunos de los yoguinis Tayrona podrían encontrarse en este rasgo de personalidad que afecta aproximadamente a 1 de cada 5 personas.
¿Cómo lograste cuidarte?
Desde pequeña me he sentido fuera de sintonía con los demás. Hago lo mejor que puedo para mimetizarme y no hacer olas mientras todos mis sentidos están hiperestimulados, siento mis emociones y las de los demás sin filtro, mi entorno me oprime y me cansa. A menudo estoy al límite, al límite, como una esponja, como una montaña rusa de emociones. Reflexiono, repienso, el pequeño hámster en mi cabeza no puede dejar de girar en su rueda.
Mi entorno personal y profesional me pedía constantemente que me protegiera y pusiera “bajo un pañuelo” mi vulnerabilidad y mi susceptibilidad.
Para controlar mi estrés y mi ansiedad, me recomendaron hacer yoga. Al principio lo vi como una especie de gimnasia suave, un poco como pilates y estiramientos. Excepto que mi encuentro con la filosofía del yoga fue mucho más que eso, me permitió encontrar esos momentos de introspección que mi cuerpo necesitaba.
¿Qué práctica para tu bienestar?
Para mi práctica personal, me aseguro de estar siempre en comunión con mi respiración. Ella es mi aliada, mi ancla y mi equilibrio. Mis movimientos están sincronizados con mis inhalaciones y exhalaciones. Inspiro la energía, exhalo y suelto todo lo que ya no necesito.
¿Cuál es el ritual de tu práctica?
Me siento diariamente entre 10 y 30 minutos durante un descanso que me doy para desconectarme del exterior y reconectarme con mi yo interior. Suelo hacer yoga instintivo, una especie de danza meditativa donde mi cuerpo, mente y alma están unidos y en perfecta armonía. Invito a mi cuerpo a explorar las posturas que desea en este preciso momento. Mi fortaleza como persona altamente sensible me permite dejar que mi cuerpo se exprese y manifieste toda su expresión creativa en un espacio de total libertad.
Y en ocasiones me dejo guiar por otra profesora de yoga en una sesión de yin yoga.
¿Qué obtienes de esto?
El yoga tiene enormes beneficios físicos, psicológicos y espirituales, esto es aún más cierto para personas como yo que tenemos una mayor sensibilidad. Cada sesión me permite recuperar flexibilidad de cuerpo y mente, realinearme, dormir mejor, reducir el estrés y la ansiedad, tener mejor confianza en mí mismo y autoestima, recuperar una buena circulación de energía y aliento vital y finalmente controlar mi mente y mis pensamientos y actuar positivamente sobre mis emociones.
¿Qué llevas en tu bolsa de yoga?
Mi esterilla y los accesorios imprescindibles para mi práctica: 1 correa y 2 bricks. También tengo 2 botellas isotérmicas para mis bebidas calientes, infusiones de hierbas que bebo durante todo el día.
¿Cuál es tu objeto favorito?
Tengo dos, una mala y una pulsera de piedra lunar.
¿Cuál sería tu consejo para las yoguinis Tayrona?
Tómate el tiempo para escucharte. Practica un yoga que sea compasivo, cariñoso y seguro para tu cuerpo. Inspírate en yoguis que tengan una sensibilidad yóguica cercana a la tuya y que puedan corresponder a tus valores.
¿Dónde y cómo practicas?
La mayoría de las veces en casa, en un espacio especialmente dedicado a mi práctica, un remanso de paz en el que disfruto encontrarme, una cámara de descompresión para recargar pilas.
¿Cuál es tu mantra, tu frase favorita?
Mi mantra: Moola mantra, un mantra de protección y liberación de todo sufrimiento, compasión, amor, paz y alegría. Libera emociones negativas bloqueadas dentro de nosotros.
Mi mantra al despertar: Que mi vida sea tranquila, fluida y serena😊
No dejes que nadie, y en primer lugar tú, desprecie tu sensibilidad.
Tu sensibilidad no es una enfermedad, ni una desventaja y menos aún una maldición. Reconócelo y acéptalo.
Haz de esta faceta de tu personalidad una fortaleza. Considera que tienes suerte de tener dentro de ti este activo para todas tus cualidades hipersensibles como tu empatía, tu compasión, tu simpatía, tu creatividad, tu intuición... Esto te convierte en la grandeza y la belleza de tu ser humano.
Recuerda que tu sensibilidad es completamente humana.
Este tema me toca especialmente en el corazón, ya que descubrí mi hipersensibilidad tarde, a los 50 años. Desde pequeña me di cuenta de que era diferente. Pensé que nací en el planeta equivocado.