Elegir el cojín de meditación adecuado
¿Sabías? Originalmente, el término "asana", a menudo traducido como "postura", en realidad se refiere a sentarse. Designa tanto el asiento en el que uno se sienta como la postura misma. Por supuesto, las diferentes posturas del Hatha Yoga te preparan para esta sesión y para la actitud interior que facilita el estado de meditación. Pero la calidad de la postura sentada determina la calidad de una sesión, por lo que es fundamental elegir el cojín de meditación adecuado.
La calidad de la postura sentada determina la calidad de una sesión.
El cuerpo y la mente están vinculados: una buena postura es fundamental para permanecer en un estado relajado y alerta, ni tenso ni distraído.
Existen muchas posturas para practicar la meditación, porque la postura del loto no es dada a todos. Es por eso que existen diferentes soportes de meditación para proteger tus tobillos y rodillas y ayudarte a mantener la espalda recta durante tu práctica meditativa.
Dependiendo de tu práctica, tu tipo de cuerpo o incluso tus preferencias, no dudes en sentarte sobre un soporte como un pequeño ladrillo o un cojín de meditación (zafu) muy firme o un banco de meditación .
La idea es favorecer la inclinación de la pelvis levantándola para mantener la espalda recta y alargada y tener una postura cómoda.
Si eliges la opción cojín, elige un cojín más o menos alto, firme o mullido. Los cojines tradicionales, llamados zafu , generalmente tienen un asiento alto.
Están especialmente recomendados para personas altas y para cualquiera que se inicie en la meditación.
Algunos cojines están acolchados con kapok (asiento blando), otros con granos de espelta (más firmes).
La forma del cojín también es importante para una buena meditación.
- el “clásico”, en todos sus aspectos, tiene la ventaja de ser muy amplio;
- el de media luna o el de corazón se adapta bien a la forma del cuerpo.
- También hay cojines rectangulares, muy prácticos y fáciles de transportar.
- Por último, los cojines plegables ofrecen diferentes alturas y, por tanto, son modulares.
- Y por último, también está el banco de meditación que te permite colocar las rodillas dobladas delante del banco. Pero tenga en cuenta que el banco es un soporte mucho más alto que un cojín de meditación. Tiene el mérito de mantener la columna recta sin esfuerzo. Esta variante se recomienda si tienes las rodillas débiles.
Por supuesto, el color y el diseño también importan: elige un cojín que te guste, ¡te resultará más fácil meditar!
Nuestro consejo para un confort garantizado
¡Coloca cojines, bloques de yoga o mantas enrolladas debajo de tus rodillas para poder soltarlos sobre ellas! También es totalmente posible sentarse en un banco de meditación, de rodillas o, por qué no, en una silla. Lo principal, sea cual sea el asiento que elijas, es poder mantener la espalda recta, pero no tensa. El mentón está ligeramente recogido para alinear la parte posterior de la cabeza y la columna cervical. Los glúteos (los huesos del asiento) están estables y centrados, anclados al soporte (cojín, banco o silla).
Por último, no dudes en cubrirte con un chal o una pequeña manta para no sentir frío y no te moleste el enfriamiento del cuerpo al sentarte.
¡Buena práctica!