Retrato de una joven yogini sonriente en ciernes: Aurelie Enggasser
Conocí a Aurélie Enggasser a través de nuestros intercambios de correo electrónico cuando compró su estera de yoga. Quería una esterilla de yoga buena y con buen agarre para su práctica y participó en el concurso realizado en colaboración con el blog Yoga Passion. Aurélie tiene 30 años, vive en Alsacia y descubrió recientemente el yoga durante un retiro en las Landas. Inmediatamente se enganchó al yoga y ahora se está formando como terapeuta ayurvédica para continuar con su búsqueda de bienestar. Aurélie es un verdadero rayo de sol. Todo en ella rezuma felicidad y alegría de vivir. Prometió escribirnos un artículo para nuestro blog sobre medicina ayurvédica.
Preocupado por su bienestar, era natural que le hiciera algunas preguntas personales sobre su práctica de yoga que hoy comparto con ustedes.
¿Cómo lograste cuidarte?
La palabra YOGA significa UNIÓN. Unión de cuerpo y mente. Descubrí y sentí este concepto por primera vez en mi vida durante un retiro de Yoga en el corazón de las Landas. Por primera vez me felicitaron y animaron. Me dijeron que no tenía que forzarlo, ni hacerlo si no quería. Encontré un refugio de bondad y paz. Sé que todavía estoy al principio de este camino pero estoy disfrutando cada paso y ¡no tengo prisa por llegar al final!
Me gusta especialmente el yoga porque no es una competición: ni con los demás ni conmigo mismo. Esto no supone una fuente de presión adicional, sino simplemente una ganancia de bienestar.
¿Qué práctica para tu bienestar?
Cuando practico solo en mi colchoneta siempre trato de no pensar demasiado en las secuencias de posturas sino de sentir lo que mi cuerpo necesita en este momento presente. Me permite estar mucho más conectado.
¿Cuál es el ritual de tu práctica?
Antes de empezar suelo darme una ducha y masajearme con aceite de coco.
Después de mi práctica siempre termino con unos quince minutos de meditación. Si practico por la mañana, medito en mi intención para el día y si practico por la noche, pienso en 3 eventos agradables del día y trato de absorberlos físicamente.
En invierno me gusta mucho preparar una leche dorada al finalizar mi práctica. Este es un ritual ayurvédico con cúrcuma, también llamada la especia de la vida. Es un hermoso ritual que devolverá la luz del sol a tu cuerpo.
¿Qué obtienes de esto?
Intento practicar yoga todas las mañanas porque siempre he descubierto que le da cierto sabor a mi día. Un perfume que impregnará mis pensamientos y mis actitudes. Simplemente me siento tranquilo.
¿Qué llevas en tu bolsa de yoga?
Una crema de manteca de karité porque me gusta mucho masajearme los pies después de una sesión.
También llevo una correa que me permite ajustar la postura a mi cuerpo. De hecho, nunca debes olvidar que es el yoga el que se adapta a tu cuerpo y no tu cuerpo el que se adapta al yoga. Y por supuesto mi nueva esterilla de yoga,en caucho y yute natural de la marca Eco Yoga recomendada por Tayronalife
¿Cuál es tu objeto/accesorio favorito?
Un colgante de elefante que un guía de Sri Lanka me pasó a mis padres durante su viaje allí.
¿Cuál sería tu consejo para Tayrona Yoginis?
Escúchate a ti mismo, sé tú mismo, no dudes en decir no y acepta tu lado oscuro.
¿Dónde/cómo practicas?
Practico en casa todas las mañanas, en el salón o en el balcón, según el tiempo.
Todos los miércoles por la noche también voy a una clase de Hatha Yoga.
Los fines de semana participo habitualmente en cursos de formación.
Me gusta mucho correr y después de cada sesión. Hago algunas posiciones de yoga para estirarme bien.
¿Cuál es tu mantra/frase favorita?
“Cuando desaparecen las ganas de tomar, aparecen las joyas”
Patanjali, Yoga-Sûtra, II, 37