Retrato de Virginie Van Parijs, profesora de yoga
Virginie, madre de dos hijos, profesora de yoga y pilates, desarrolló su propio centro de yoga con su marido.
Es con amabilidad y escucha que Virginie comparte esta pasión con sus alumnos. Imparte yoga “adaptado a todos”; porque todos somos únicos, con historias distintas y cada cuerpo tiene necesidades diferentes. Para ella, no existe una única forma de practicar la postura. ¡Cada uno tiene su propia versión, respetando su “ser”!
En relación con la transmisión escrita de Patanjali y su definición de yoga, ella recuerda a sus alumnos que el yoga es mucho más que una postura o un ejercicio de respiración. Una invitación a escucharte a ti mismo, a tus límites diarios o a tu cuerpo, sin tener en cuenta la postura en la alfombra vecina, ni los pelos que sobresalen de las mallas ;-) .... o incluso eso que a nuestra propia mente le gustaría que nos demos cuenta...
¿Cómo lograste cuidarte?
Ya hacía yoga, pero no con regularidad. Cuando conocí a mi marido, que también es profesor de yoga, ¡se hizo evidente! Aún hoy mis vacaciones se orientan en torno al yoga: profesor que quiero conocer, formación que sueño seguir, lugar de práctica, probar un yoga que no conozco...
Mi formación en Ayurveda también me enseñó a cuidar mi salud mediante un estilo de vida saludable y una alimentación adecuada.
¿Qué práctica para tu bienestar?
Me gusta comenzar mi sesión de yoga con pranayama seguido de meditación. Luego, dependiendo de los días, las lunas y mi ciclo hormonal, sigo con una práctica de ashtanga yoga, hatha yoga o trabajo más enfocado a los abdominales del método Gasquet. Siempre me adapto según mi energía, mi estado de ánimo y también según el tiempo.
Me interesan todas las formas de yoga, porque cada una de ellas es un tesoro que me nutre según mis necesidades.
¿Qué ritual practicas?
Prefiero practicar temprano en la mañana, con el estómago vacío, cuando la pequeña familia todavía duerme.
Si me siento rígido, antes de la ducha, me froto vigorosamente todo el cuerpo con aceite de sésamo.
Siempre comienzo la sesión con kriyas abdominales y termino con relajación.
¿Qué obtienes de esto?
Más allá de los beneficios físicos, la práctica regular me proporciona una mente más tranquila, más paciente y más distancia de los acontecimientos. Un estado de ánimo positivo adornado con gratitud por la vida.
Pero sigo siendo humano y a veces no me levanto lo suficientemente temprano para practicar, pero siento la diferencia y no me gusta este sentimiento “tamásico”.
¿Qué llevas en tu bolsa de Yoga?
una toalla de yoga porque me gusta el contacto de la tela, y para ashtanga es la combinación ideal con sudar y saltar! Y finalmente
¡un cuaderno!¿Cuál es tu objeto/accesorio favorito?
¿Cuál sería tu consejo para Tayrona Yoginis?
¿Dónde/cómo practicas?
¿Cuál es tu mantra?