La tradición de purificar el ambiente con hierbas, resinas y flores secas acompaña a todas las culturas.

La fumigación con incienso de salvia blanca es esencialmente un acto de purificación. Durante lo que llamamos la "ceremonia del humo", quemaremos hojas o una varita de incienso de salvia blanca e impregnaremos nuestro cuerpo, la habitación en la que nos encontramos y nuestro espíritu con su humo. Su humo es beneficioso para descargar lugares de energías negativas, purificar personas o eventos, ahuyentar el “mal espíritu” y atraer energías beneficiosas.
Tradicionalmente, esta maniobra va acompañada de oraciones/meditaciones y ayuda a crear un ambiente favorable al cuidado y la curación. Nada sorprendente cuando sabemos que el nombre de salvia proviene del latín “salvare” que significa “curar”.


En el proceso alquímico de transformación por fumigación se representan los cuatro elementos: la concha simboliza el agua, la cerilla que enciende el incienso es el fuego, las hierbas y cenizas son la tierra y finalmente el humo, el elemento aire.

Con el tiempo, las investigaciones han podido explicar algunos de los efectos del humo. Por ejemplo, que el olfato es el único sentido que nunca duerme y está vinculado a las emociones. Además, se ha demostrado que la acumulación de iones positivos en el aire es perjudicial para la salud. En el humo se producen iones negativos, que tienen un efecto beneficioso sobre nuestro estado de ánimo, y alivian determinadas afecciones que se desarrollan en un ambiente en el que la calidad del aire es mala (asma, alergias, náuseas, dolores de cabeza...).

A veces, las hojas de salvia blanca simplemente se extienden en el suelo dentro de tipis o en círculos rituales. Caminar o sentarse sobre él desprende un olor agradable y asegura la purificación del lugar. Este último proceso lo encontramos especialmente en los ritos de los indios sioux.

La salvia blanca se utiliza en diferentes formas: en hojas, a granel, en ramas o en varitas ("smudge" en inglés). Para otros usos, existen aceites perfumados, varitas de incienso o conos.

¿CÓMO QUEMAR SALVIA BLANCA NATIVO AMERICANA DE CALIFORNIA?

A continuación se detallan todos los pasos y consejos para una ceremonia de humo exitosa.

Paso 1: Obtenga salvia blanca nativa americana de California y un receptáculo, tazón u otro recipiente de concha de abulón que resista bien el calor. Siéntese sobre una superficie no inflamable. La concha de abulón se utiliza ampliamente porque su forma promueve una buena resistencia al calor y una ventilación natural. Tradicionalmente se la asociaba con un fuerte simbolismo de la diosa del Océano Pacífico.


Paso 2: Enciende tu salvia, preferiblemente con una cerilla. Deja que las hojas se quemen durante unos segundos y apaga la llama. Tenga cuidado, las hojas de salvia blanca quemadas se desprenden con bastante facilidad. Si está utilizando una barra de fumigación (más densa), déjela arder un poco más antes de soplarla.


Paso 3: El uso de salvia blanca debe realizarse en un área bien ventilada. En el interior, es recomendable abrir una o más ventanas para crear una corriente de aire. Esto permite evacuar con él el exceso de humo y los famosos iones positivos o “malos espíritus”. Todo lo que tienes que hacer es caminar por cada habitación y guiar el humo hacia cada rincón a tu paso. Después de unos minutos, deberías sentir los cambios de energía.


Paso 4 : Espere a que la barra se queme por completo. La creencia de los nativos americanos es que el incienso de salvia blanca continúa ardiendo hasta que se completa la purificación.


Paso 5: Si realmente quieres apagar tu palo mientras está ardiendo, simplemente sofocalo con arena, triturándolo en sus cenizas o pasando el extremo directamente bajo el agua.

02 abril 2024 — Patricia Nagelmackers