Experimentar en lugar de sufrir

Navegué sin rumbo, leí algunas notificaciones y antes incluso de levantarme de la cama, mi cerebro ya estaba saturado. Estaba cansado e inquieto, sin razón aparente.

Fue entonces cuando decidí probar una verdadera desintoxicación digital. No borrando todo de la noche a la mañana (lo cual me parece un poco extremo, pero funciona para algunos), sino experimentando con soluciones concretas para ver si realmente cambia algo...

Reduce el tiempo que pasas frente a la pantalla

1. Crea un teléfono “suave”

Comencé eliminando todo aquello que me hacía revisar mi teléfono sin motivo alguno.

✅ Elimina las aplicaciones más adictivas (o ocúltalas en una carpeta remota).
✅ Desactiva todas las notificaciones excepto las que sean realmente útiles (llamadas, mensajes importantes).
Resultado: Menos impulsos de revisar el móvil sin motivo y, sobre todo, mucho menos tiempo perdido.

En Android y iPhone encontrarás una sección de salud digital que también te permite establecer límites o ver qué es lo que te resulta más adictivo.

Personalmente, fue Instagram y sus “cortos”. Podría abrir mi teléfono hasta 20 veces por hora y pasar más de 21 horas a la semana en él...

2. Modo avión = Reflejo

En lugar de mantener mi teléfono activo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, decidí probar el modo avión en momentos clave:

✅ 1 hora después de despertarse (para evitar la sobrecarga mental por la mañana).
✅En momentos en los que realmente quería concentrarme (trabajo, lectura, deportes).

Resultado: Muchas menos distracciones y una inesperada sensación de calma. El mismo reflejo por la tarde. Reemplazó el televisor con una luz roja y un libro. Esto también ayuda a evitar mucho spam y a recuperar la libertad de intención con nuestro entorno.

3. Ponte límites

En lugar de intentar ser razonable ( spoiler: no funciona ), establezco reglas estrictas:

🚫 No hay teléfono en la cama
🚫 No usar el móvil durante las comidas (antes y después también...)
🚫 No usar el teléfono durante los paseos

Para compensar, reemplacé estos momentos con algo más:

Música, podcasts y más
Una luz roja para la noche

Resultado: Más presencia, menos estrés y momentos sencillos que vuelven a ser agradables.

4. Date días libres

✅ Elige al menos un día sin pantallas.
✅ Dejar el teléfono apagado o incluso plano o en el fondo de un cajón (y sentirte desnudo todo el día)

Resultado: Al principio, una pequeña falta… luego una sorprendente sensación de libertad.

El problema es más amplio...

  1. El teléfono no es el problema, es nuestro uso del mismo.
  2. Establecer reglas específicas funciona mucho mejor que simplemente "tener cuidado".

En última instancia, reducir el tiempo que pasa frente a la pantalla no significa privarse de nada. Se trata simplemente de darse la oportunidad de estar en otro lugar, plenamente, sin distracciones. Y eso es bastante agradable.

Lo que más me impactó de esto fue la claridad mental que regresa rápidamente cuando te das espacio para pensar, como dijo Alan Watts: es el valor de la nada, del silencio y de los espacios vacíos.

Tener este privilegio significa devolvernos la elección de la libertad: estar activo o en reposo, pero por elección y no por obligación. Darnos un equilibrio que también nos permita reenfocarnos en lo que realmente nos importa... Crear este vacío nos permite entender qué lo alimentaba en primer lugar y volver a lo esencial.

Sobre el tema del descanso...

Sueña, una y otra vez

Personalmente, nunca recuerdo los sueños (sólo tengo pesadillas), y cuando los tenía, a menudo era una repetición infinita... Probablemente sabes de qué estoy hablando, el tipo de sueño en el que caes una y otra vez... Pero de vez en cuando, los elementos vuelven a mí. Y estas suelen ser cosas relacionadas con mis pensamientos cuando estoy despierto (para mí es el código 🧑‍💻 o un 👩) .

La elección deliberada de explorar nuestras noches puede transformar nuestros días. Las investigaciones sobre el sueño y los sueños muestran que no son meros interludios en nuestra vida diaria, sino pilares esenciales de nuestra memoria, creatividad y motivación.

  • Cuestionando nuestros últimos pensamientos del día anterior.
    La neurociencia del sueño y los sueños de Patrick McNamara destaca cómo los pensamientos y las emociones que experimentamos antes de dormir influyen en nuestros sueños. Lo que tenemos en mente antes de quedarnos dormidos condiciona no sólo nuestra actividad onírica, sino también cómo encaramos el día siguiente.

  • Pregúntate las razones de tus motivaciones
    Cuando nos despertamos, nuestros primeros pensamientos suelen ser inconscientes, dictados por nuestro sueño y nuestros sueños. En Por qué soñamos, de Alice Robb, explica que los sueños nos ayudan a simular diferentes realidades y probar escenarios que influyen en nuestra motivación y toma de decisiones.

  • Recordando o intentando recordar nuestros sueños
    Según Por qué dormimos , de Matthew Walker, soñar juega un papel clave en la consolidación de la memoria y el procesamiento emocional.

Nuestras noches no son sólo un descanso; Son un diálogo continuo con nuestra conciencia. Elegir prestarle atención enriquece nuestros días con nueva claridad, intuición más fina y motivación arraigada en la esencia misma de nuestro espíritu.

La ciencia detrás del olvido de los sueños

Durante el sueño profundo (donde ocurren la mayoría de los sueños), el cerebro tiene niveles muy bajos de noradrenalina (o norepinefrina) , un neurotransmisor vinculado a la memoria y la atención. Como explica Matthew Walker, esta ausencia dificulta la codificación de los recuerdos de los sueños. El cerebro prioriza la vigilia y el estado de alerta al despertar, reduciendo la importancia de los recuerdos de los sueños.

Algunos estudios sugieren que centrarse demasiado en el recuerdo de los sueños puede reducir la producción de noradrenalina por la mañana , lo que hace que al despertar nos sintamos más confusos y con menos energía, pero lo que es más importante, nos acostumbramos a disminuir esta producción a medida que tratamos de recordar más y más. Esto crea un círculo vicioso donde los sueños se vuelven cada vez más claros, pero el sueño se deteriora.

Memoria y motivación: inspiración del pasado

  • Nuestros recuerdos sirven como referencias internas para evaluar nuestras capacidades y guiar nuestras elecciones.
  • Por ejemplo, recordar un éxito pasado refuerza la motivación intrínseca y la creencia de que el esfuerzo vale la pena. Por qué dormimos explica cómo el sueño consolida estos recuerdos, fortaleciendo su impacto en nuestra motivación futura.

Motivación a largo plazo

  • Los recuerdos cargados emocionalmente están más profundamente arraigados e influyen en nuestras decisiones de manera inconsciente. El fracaso puede crear aversión al riesgo , mientras que el éxito puede proporcionar un impulso positivo .
  • La forma en que interpretamos estos recuerdos (fracaso = lección vs. fracaso = incapacidad) juega un papel crucial en nuestra motivación futura.
  • De nuevo, el cerebro es mágico, la forma de integrar la información no es lineal ni exponencial, es matizada para cada tipo de persona, ligada a la repetición en lo bueno y en lo malo.

Mi conclusión

Reprograma tu percepción de los fracasos :

En lugar de ver el fracaso como un obstáculo, intégrelo como un paso necesario, como un punto entre muchos en una constelación que nunca deja de cambiar. Una conexión con cientos de otros puntos independientes, pero unidos por fuerzas más grandes que nosotros.

Reprograma tus hábitos:

Nuestros hábitos moldean nuestra percepción del mundo y condicionan nuestras reacciones a los acontecimientos. Así como nuestra memoria puede entrenarse para ver el fracaso como un simple paso, nuestros hábitos pueden ajustarse para servir mejor a nuestro equilibrio interior.

Cambiar un hábito significa reconfigurar una vía neuronal, transformando una acción automática en una elección consciente. Requiere repetición, pero sobre todo una comprensión profunda de lo que motiva nuestras acciones. Al cambiar gradualmente nuestras rutinas –sin aceptar la solución simple ni tangentes que nos convenzan– influimos directamente en nuestro enfoque de la vida.

La idea no es forzar cambios drásticos, sino introducir microcambios y retos personales, para ir configurando una realidad más acorde con nuestro bienestar y aspiraciones.

21 marzo 2025 — Hadrien Loge