Por formación, Nathalie Angly es arquitecta certificada por el estado. Cuando tomó su primera clase de yoga fue amor a primera vista. La sensación de haber logrado finalmente lo que siempre había buscado. Fue como “volver a casa” después de un largo viaje. A partir de entonces continuó practicando, convirtiéndose en profesora de yoga y fue su pasión por el yoga la que la hizo abandonar su profesión original para dedicarse de lleno al yoga.

En 2013, creó una escuela de yoga en el corazón de la campiña alsaciana que sigue prosperando. Resulta que también hay muchos yoguis diligentes en el campo que están muy felices de poder practicar allí en serio. Hoy, Nathalie ofrece formación para convertirse en profesora de yoga.

Era natural que le hiciera algunas preguntas personales sobre su práctica de yoga que hoy comparto con ustedes.

¿Cómo lograste cuidarte?

Ya desde niña sentí que el cuerpo era importante porque es nuestro vehículo que nos transporta desde el nacimiento hasta la muerte a través de esta aventura humana. ¡Y no hay manera de cambiarlo! Y aún es mucho más agradable vivir esta aventura con un vehículo que funciona perfectamente. También sentí que la psique era maleable y que mantiene un estrecho vínculo con el cuerpo. Por otro lado, aunque creía que me iba bien, durante años me esforcé hasta el extremo, trabajando demasiado, haciendo demasiado ejercicio e imponiéndome restricciones dietéticas muy estrictas. Resultado: a los 30 colapsé mental, psicológica y moralmente. Fue en ese momento, por casualidad (¿quién cree realmente en las coincidencias?) que descubrí el yoga. A partir de ahí vuelvo a subir la pendiente y esta vez sé que es la PRÁCTICA CORRECTA para el cuerpo y la mente.

¿Qué práctica para tu bienestar?

No descuido mi cuerpo físico y las Asanas son lo único que necesita. Presto atención a lo que como y bebo, pero sin exagerar. Sigo una dieta casi vegetariana y minimizo mucho el consumo de alcohol. Por mi salud mental, camino a diario por el bosque o por la naturaleza lejos de la civilización y medito con regularidad.

¿Cuál es el ritual de tu práctica?

Si es en casa, enciendo una varita de incienso y una vela. Eso es todo. Como principiante en la práctica personal, el ritual es una magnífica ayuda y un muy buen acondicionador. Con el tiempo pude despegarme de los rituales. Me gusta estar sola y no sentir que alguien me está mirando. Mi práctica no es un espectáculo, es un momento de intimidad.

¿Qué obtienes de esto?

Un fuerte momento de intimidad con mi Yo Superior. Un momento fuera del tiempo, un momento de conexión con lo Divino. Es mi hora del día.

¿Qué llevas en tu bolsa de yoga?

No tengo bolsa de yoga y no llevo nada cuando viajo. Siempre encuentro una manera de practicar. Ah, sí: ¡leggings! Es cierto que es muy fácil practicar la parte física en jeans.

¿Cuál es tu objeto/accesorio favorito?

Una mala: collar con 108 semillas de rudraksha.

¿Cuál sería tu consejo para Tayrona Yoginis?

Diligencia, paciencia y curiosidad son los ingredientes esenciales en el camino del Yoga. Y contrariamente a lo que observo, la vasta filosofía del yoga no debe descuidarse en beneficio de la práctica física, sino que es la clave, la base, el fundamento para la correcta comprensión del Yoga.

¿Dónde/cómo practicas?

Practico en casa, siempre en la misma habitación. Mientras tanto, conozco muchas formas de practicar yoga, desde súper intenso físicamente hasta contemplativo sentado, y todas las variaciones entre estos dos extremos. Practico según mis necesidades, trato de entender lo que realmente necesito hoy.

¿Cuál es tu mantra/frase favorita?

El yoga es el arte marcial del alma y tu oponente es el más fuerte al que jamás te hayas enfrentado: tu ego.
El yoga es el arte marcial de la mente y tu oponente es el más fuerte al que te has tenido que enfrentar: tu ego.
Para saber más Nathalie:
16 febrero 2019 — Patricia Nagelmackers