Séverine ejerce la excelente profesión de fisioterapeuta masajista desde hace más de 20 años y practicaba un poco de yoga principalmente para relajarse y enseñaba algunas posturas a sus pacientes hasta que conoció, el año pasado, a Katy Misson y Satiam Yoga , quienes fueron una verdadera revelación y una catalizador para una nueva dirección profesional. Esta formación le ha permitido hoy ofrecer a sus pacientes la oportunidad de convertirse en actores de su salud recuperando su alineación con lo que la naturaleza les ha ofrecido y tomando conciencia de todo el potencial que llevan dentro de sí.

Crearon, con su marido Xavier, la asociación “Yogi c'est la vie”, con el fin de apoyar a quienes desean, a través de este enfoque holístico que es el yoga, hacia una mejor salud.

Era natural que le hiciera algunas preguntas personales sobre su práctica de yoga que hoy comparto con ustedes.

¿Cómo lograste cuidarte?

Mi cuerpo me lo impuso.

¿Qué práctica para tu bienestar?

Caminar en la naturaleza, observar, escuchar, sentir, respirar todo lo que nos puede ofrecer. Realiza algunas asanas en medio del bosque, justo encima de mi casa. Sostener un árbol en mis brazos y cerrar los ojos.

¿Cuál es el ritual de tu práctica?

Por la noche, antes de apagar la luz, me gusta tumbarme boca arriba y quedarme con los ojos abiertos unos instantes para hacer balance de mi día, de lo que me ha satisfecho, de lo que puedo mejorar, de mis sensaciones en el momento presente. . Si surgen emociones perturbadoras, las observo, trato de comprenderlas, coloco algunas piedras en los chakras que afectan, me concentro en mi respiración.

¿Qué obtienes de esto?

Una reconexión conmigo misma, para estar lo más cerca posible de lo que la naturaleza me ha ofrecido.

¿Qué llevas en tu bolsa de yoga?

Mi esterilla Ekolite Manduka verde, mi botella con carbón activado, mi iPod y altavoz para flujos (en mis clases), mi libreta con citas, mantras o palabras de seres queridos que me conmueven.

¿Cuál es tu objeto/accesorio favorito?

No tengo ninguno. Para mí la palabra fetiche es sinónimo de dependencia, que implica correr el riesgo de sufrir en caso de pérdida. Por eso prefiero evitar apegarme a un objeto.

¿Cuál sería tu consejo para Tayrona Yoginis?

Creo que la mejor manera de ser feliz es hacer lo mejor por uno mismo, por los demás, en el presente. Es inútil mirar hacia atrás, a los elementos dolorosos del pasado, del mismo modo que es inútil proyectarnos hacia un futuro incierto. Amar, compartir, escuchar, aceptar, perdonar, respetar a los demás, la naturaleza, darse momentos para reenfocarse, recargar pilas, son para mí una fuente de felicidad inquebrantable.

¿Dónde/cómo practicas?

Me gusta la práctica en grupo, con las energías de todos unidas. Participo en las clases de mi amiga Karine en Studio K (38320) quien tiene una gama de diferentes estilos de yoga que mezcla según la energía de este grupo y la suya propia. También practico con mis pacientes en el consultorio y con mi esposo, en nuestra asociación. Participo en talleres para aprender más. El yoga es para mí un medio de intercambio y de compartir.

¿Cuál es tu mantra/frase favorita?

Realmente no tengo uno. Tengo una colección de citas, canciones, poemas, palabras de amor, que son fuentes de meditación cuando pienso en un tema específico.

Para empezar este nuevo año, diré:

“Cree en tus sueños y se harán realidad, cree en ti mismo y seguramente se harán realidad” (Sr. Luther King)

13 enero 2018 — Patricia Nagelmackers